El banco malo necesita gestionar los documentos de los activos financieros e inmobiliarios tóxicos de la burbuja
Técnicos de la Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (SAREB) han realizado un grupo de trabajo para estudiar la aplicación de la tecnología Blockchain. SAREB entra en Blockchain para estudiar las posibilidades de esta tecnología a sus necesidades. La más acuciante es trazar los casi doce millones de documentos ligados a sus activos inmobiliarios y financieros.
“Blockchain es la tecnología idónea para ligar de forma fehaciente la documentación de los activos de SAREB. Una buena parte de ellos proceden de quiebras bancarias, y eso ha provocado la pérdida de documentación. Los pisos y terrenos de SAREB vienen de embargos y ejecuciones hipotecarias. Han tenido una vida azarosa, algunos de sus documentos pueden estar guardados en las cajas de documentación de oficinas bancarias cerradas”, asegura una persona ligada a SAREB.
El comúnmente conocido como banco malo se creó en 2012 para “comprar” 197.474 activos financieros e inmobiliarios valorados (acorde a criterios del Banco de España) en 50.781 millones de euros, a las entidades financieras rescatadas. Valían unos 110.000 millones de euros en origen. Casi el 80% del valor de estos activos eran 90.618 créditos, sobre todo a promotores. El resto eran 106.856 viviendas, suelos, locales, naves industriales y hoteles.
SAREB ha debido buscar compradores para los activos. La mayoría se han vendido en paquetes de cientos y hasta de miles de activos a fondos de inversión oportunistas, y pisos a minoristas. “Alguna vez se han debido sacar activos de los paquetes porque faltaba su documentación, y el comprador quería evitar posibles problemas de propiedad. Ha sucedido en todo tipo de ventas. Pueden faltar contratos de inquilinos, en el caso de pisos alquilados, o recibos de pagos de impuestos, o el aval de los préstamos”, desgrana la persona ligada a SAREB.
Los trabajadores de SAREB han trabajado arduamente en vincular los millones de notas simples, tasaciones, recibos de impuestos, licencias, y el largo rosario de papeleos inmobiliarios a los cientos de miles de propiedades. Durante varios años, SAREB ha desarrollado un proyecto de gestión documental en el que han trabajado una media de ocho personas, con ayuda del resto de la plantilla. Se han estudiado diferentes tecnologías, y no se ha terminado de resolver de forma adecuada.
“No podemos dejar pasar la tecnología Blockchain. Su transparencia, trazabilidad y seguridad son claves en el negocio de SAREB. Damos los primeros pasos para valorar esta tecnología. Cualquier iniciativa que implantemos deberá ser positiva en nuestro negocio, aportar valor a nuestros clientes finales, y fortalecer y agilizar nuestro proceso de desinversión”, asegura Ana Martinez de Apodaca, directora de Tecnología de Sareb
Blockchain podría dar trazabilidad a un galimatías documental semejante, que no baja en volumen. SAREB se ha desprendido de, aproximadamente, un tercio de sus activos (en número de unidades). Los que quedan siguen generando documentación, siguen corriendo los impuestos y demás burocracia.
Al estallar la burbuja inmobiliaria había unas 45 cajas, fusionadas y reconvertidas en bancos a golpe de decreto. El resultado fueron los activos con grave riesgo de impago (el préstamo promotor era el más problemático) que entraron en SAREB, según obligó la Unión Europea para conceder el rescate bancario.
SAREB debe liquidar la deuda y cerrar en 2027. Sus críticos denuncian falta de transparencia en la forma de la venta. Acusan a SAREB de haber vendido los mejores activos. Tampoco gusta que lo hayan hecho a fondos buitre. ¿Hasta donde llegará la trazabilidad y la transparencia de Blockchain?