Se suma al debate abierto por el Banco de Inglaterra, el Banco de Suecia y el Banco Popular de China
El Boletín Económico 3/2018 publicado hoy por el Banco de España incluye el artículo Implicaciones de política monetaria de la emisión de dinero digital por parte de los bancos centrales, realizado por su analista Galo Nuño. El artículo ha sido enviado como una nota informativa a los medios de comunicación, lo que traduce la relevancia que da el banco central español al análisis sobre la emisión de criptomonedas por parte de los bancos centrales. En la zona euro lo haría el Banco Central Europeo (BCE). El análisis se suma al realizado por el Banco de Inglaterra, el Banco de Suecia y el Banco Popular de China
La emisión de un medio de pago digital ampliaría la posibilidad de mantener depósitos en el banco central del país, tenida por las entidades de crédito y por el sector público, al resto de los agentes económicos. Galo Nuño detalla que los nuevos agentes que podrían tener depósitos en el banco central del país serían “otras empresas financieras no bancarias, empresas no financiera y familias”. Tal empoderamiento abriría el debate sobre si las criptomonedas emitidas por los bancos centrales deben ser remuneradas y anónimas, dado que ambas posibilidades determinarían las ventajas e inconvenientes de la emisión de criptomonedas, según Galo Nuño.
Actualmente, las reservas bancarias del dinero corriente (los depósitos que los bancos mantienen en el banco central) son digitales, no son anónimas y reciben un interés (a veces es negativo). Precisamente, la remuneración de las reservas bancarias en la zona euro “es uno de los principales instrumentos de política monetaria de los que dispone el Banco Central Europeo (BCE)”, especifica Galo Nuño. Por su parte, los billetes en circulación tienen formato físico, son anónimos, y no reciben remuneración.
Las posibles ventajas de que los bancos centrales emitan criptomonedas son, a juicio de Galo Nuño, demasiado endebles como para hacerlo. Entre ellas cuenta la lucha contra el fraude fiscal y contra la delincuencia, si las criptomonedas fueran nominativas. Incluso en este caso, “las actividades delictivas aún dispondrían de activos alternativos para tales fines, como divisas de otros países, oro o las propias criptomonedas”, aduce Galo Nuño, que también deshecha un fuerte crecimiento de las criptomonedas ajenas a los bancos centrales, como inversión, dada su fuerte volatilidad.
La inversión en tecnología es la mayor desventaja expuesta en el análisis, junto a una cierta pérdida de control de la política monetaria en el caso de las crisis financieras. “La senda de actuación más razonable para los bancos centrales es la de una espera vigilante, analizando los avances tecnológicos y sus potenciales aplicaciones en sus diversos ámbitos de responsabilidad, y evitando posibles riesgos sobre sus marcos operativos y monetarios”, concluye Galo Nuño. ¿Será el aumento del volumen mundial de criptomonedas el detonante para la emisión de eurocriptomonedas? El pasado uno de febrero, la Unión Europea ha abierto un Observatorio y Foro de Blockchain, anunciado como el más completo del mundo. Todo apunta en la misma dirección.